La pandemia por COVID-19 y el miedo como arma de control social
Rubén Alexis Hernández
La
pandemia por COVID-19 ha sido sin duda alguna un evento catastrófico global, y
por tanto una emergencia sanitaria de gran impacto en casi toda la humanidad.
Al menos con ese propósito fue proyectada por las élites, que presionaron a la
OMS para que declarara a la infección por el nuevo coronavirus como pandemia en
marzo de 2020; de ahí en adelante se
llevaron a cabo una serie de medidas de todo tipo que desencadenaron consecuencias
terribles para centenares de millones de personas, que terminaron desempleadas
y en la pobreza y miseria, y efectos positivos para un puñado de individuos, que
se hicieron más ricos y poderosos aprovechándose de la desgracia ajena.
Ahora
bien, para que se desarrollaran tales medidas, tan impopulares, nefastas y
draconianas, las élites globales junto a las grandes empresas de comunicación
necesitaban de un fuerte pretexto ante la opinión pública mundial. Es así como
se infundió el miedo o pánico a lo que se supone es un enemigo muy peligroso
para la humanidad, como es el nuevo coronavirus, y por tanto se preparó a buena
parte de la población de la Tierra para que aceptaran que había que hacerle la
guerra al patógeno, y es bien sabido que en una guerra se combate al contrario
en todos los terrenos, a como dé lugar y sin importar los daños “colaterales”. De manera que el miedo es un estado emocional
utilizado por los poderosos como un arma eficaz para el control social, y ha
sido valioso desde tiempos antiguos para preservar el Statu Quo:
“La
utilización política del pánico es tan antigua como el concepto mismo y también
un fenómeno recurrente a lo largo de la historia, como se puso de manifiesto
una vez más con la epidemia de coronavirus en curso. Así lo entiende también la
doctora Andrea Greco de Alvarez, profesora en Historia en la Universidad
Nacional de Cuyo (UNCuyo).
Greco
de Alvarez no duda de que, con la actual pandemia, se creó una situación de
pánico social que derivó en comportamientos irracionales en las personas, algo
que las hizo más proclives a ser obedientes a los dictados de los gobiernos, y
recuerda que ya ‘Aristóteles hablaba del miedo como herramienta de control y
manipulación’.
‘Si
nos remitimos a la historia del pensamiento político, prácticamente todos los
autores de las más diversas proveniencias y corrientes de pensamiento coinciden
en cómo el miedo puede ser un medio de dominio social, advierte.
El
académico y analista Marcelo Gullo, doctor en Ciencias Políticas, y profesor en
la Escuela Superior de Guerra en nuestro país, concuerda en que el uso político
del pánico social es tan viejo como el hombre. ‘Se usó siempre. Es lo que ocurre
cuando Nerón quema Roma y acusa a los cristianos. Lo que creó con el incendio
fue una situación de pánico social, mientras que con su acusación a los
cristianos comenzó las persecuciones. Es tan viejo como la historia’.
En
el caso concreto de la actual pandemia, Gullo advierte este mismo mecanismo de
control social.
‘Sin
importar si el virus fue creado o no, si se expandió de forma casual o no, lo
que está claro es que el gran poder financiero internacional, que es dueño de
las grandes compañías farmacéuticas del mundo, ha utilizado la pandemia, es
decir, ha tratado de pescar en río revuelto’, resalta Gullo, que es autor del
libro Relaciones Internacionales, una teoría crítica desde la periferia
sudamericana” https://www.laprensa.com.ar/491326-El-miedo-como-arma-de-dominio.note.aspx
A
tal punto ha sido exitosa la manipulación de las masas mediante el miedo a la
enfermedad por el nuevo coronavirus, y el gigantesco experimento social-sanitario en
proceso, que la mayoría aceptó sin problemas que se llevaran a cabo medidas tan
impopulares en la guerra contra el virus, mientras que la minoría dominante en
el orbe ha logrado que haya un avance significativo en la construcción del
nuevo orden mundial corporocrático-totalitario-digital-cibernético, que de
consolidarse originará la mayor exclusión y desigualdad socioeconómica de la
historia.
EL AUTENTICO VIRUS ES LA VACUNA...
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