¡Las sanciones y bloqueos internacionales sí perjudican a millones de venezolanos¡
Rubén
Alexis Hernández
Más
allá de la ineficiencia y corrupción reinantes en la Venezuela “socialista” de
Maduro, no caben dudas de que las sanciones e irracionales bloqueos
a cargo de Estados Unidos desde el año 2015, han profundizado la crisis
socioeconómica y por tanto la situación lamentable de millones de venezolanos,
hoy día empeorada por las consecuencias de la pandemia por COVID-19. Han
insistido diversos funcionarios del Gobierno estadounidense que las sanciones,
por ejemplo, sólo han afectado a las autoridades del país caribeño, pero en la
realidad no han hecho más que deteriorar la ya pésima calidad de vida de los
ciudadanos comunes, y en general han conducido a Venezuela a un profundo abismo.
Y
es que es lógico que un país megadependiente como Venezuela, importador
histórico de todo tipo de productos, se vea notablemente afectado por los
obstáculos y chantajes comerciales y financieros de la nación norteamericana y
sus aliados,en el marco del permanente intervencionismo estadounidense, y que en buena parte responden hoy día a la creciente alianza de la
entidad caribeña con potencias como China y Rusia, competidores de Estados
Unidos por la hegemonía global. Ha pagado un alto precio el pueblo venezolano
por la progresiva vinculación de la nación suramericana con los rivales del
decadente imperio estadounidense, hasta el punto que, debido a la insuficiente
importación, se carece de abundantes insumos hasta para producir la gasolina
necesaria para abastecer con regularidad al grueso del parque automotor, en un
país con una elevada producción histórica de petróleo, y con una enorme reserva
de ‘oro negro’.
Es
necesario recalcar que si bien el Gobierno de Maduro no es precisamente un
ejemplo de honestidad, eficiencia, sobriedad, humanitarismo y buena
administración, las sanciones y bloqueos cortesía del criminal imperio
estadounidense, han afectado terriblemente a millones de venezolanos desde hace
algunos años, con más dureza a partir de la crisis sanitaria por el
coronavirus. Y evidentemente a las élites estadounidenses y de otras partes del
mundo importa un comino el sufrimiento de los ciudadanos comunes en Venezuela;
sólo velan por sus intereses más allá de los discursos en defensa de la
democracia, de la libertad y de los derechos humanos en la nación suramericana.
He
aquí el extracto de dos textos en los que se advierte de las nefastas consecuencias
de las sanciones y bloqueos contra Venezuela por parte de Estados Unidos y sus
aliados en el mundo. El primero de ellos es un informe de la relatora de la
ONU, Alena Douhan:
“La
relatora concluyó que: ‘las sanciones impuestas contra Venezuela, sus
ciudadanos y empresas afectan a personas en Venezuela y fuera de su territorio
tanto en el sector público como en el privado, nacionales de terceros países y
empleados de empresas de terceros países afectados por sanciones secundarias o
el miedo a ellas, donantes y ONG humanitarias internacionales; beneficiarios de
asistencia de organismos internacionales’
‘Observo
con preocupación que las sanciones sectoriales a las industrias del petróleo,
oro y minería, el bloqueo económico a Venezuela y el congelamiento de los
activos del Banco Central han exacerbado la situación económica y humanitaria
preexistente’, apuntó.
Douhan
instó al gobierno de EE.UU. a terminar la emergencia nacional relativa a
Venezuela. Pidió: ‘Revisar y levantar las sanciones sectoriales contra al
sector público venezolanos, revisar y levantar sanciones secundarias contra
terceros países, y abstenerse de imponer sanciones respecto al suministro de
diésel’”.
“Las
sanciones de Estados Unidos a Venezuela seguramente contribuyeron a empeorar el
deterioro de la economía del país sudamericano y generaron obstáculos para los
trabajadores humanitarios, señaló el lunes un informe de un organismo de
control del gobierno estadounidense.
La
Oficina de Responsabilidad Gubernamental (GAO en inglés) no cuantificó, sin
embargo, el daño y señaló otros factores detrás del colapso económico de
Venezuela, incluidas fallas del gobierno de Nicolás Maduro.
La
evaluación de la GAO, solicitada por legisladores demócratas, se conoce cuando
el presidente Joe Biden parece listo a ajustar la política hacia Venezuela,
aunque preservando en gran medida la estrategia de su antecesor Donald Trump,
fallida hasta ahora, para forzar la salida de Maduro, a quien ambos consideran
un ‘dictador”.
La
GAO, una agencia del poder legislativo que fiscaliza al gobierno federal,
indicó que la economía venezolana se ha contraído "constantemente"
durante casi una década, pero ha caído "abruptamente" desde el inicio
de las medidas punitivas de Washington en 2015, en especial a partir de 2019.
Trump
impuso un embargo de facto al petróleo de Venezuela, crucial para su economía,
al sancionar a PDVSA en enero de 2019. Entonces, Maduro, en el poder desde
2013, inició un segundo mandato desconocido por Estados Unidos y medio centenar
de países por considerarlo resultado de elecciones fraudulentas.
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