Pablo ‘Hasél’ se quedó corto en sus críticas a la monarquía
Rubén
Alexis Hernández
Para
quienes no saben de la existencia del personaje mencionado en el título del
presente escrito, es pertinente comentar que se trata de un conocido rapero
español, cuya lírica es en esencia una dura crítica a la seudodemocracia, al
fascismo, a la brutalidad policial y militar y a la monarquía de España, y una fuerte
voz de protesta contra el capitalismo local y global. En cuanto a la monarquía de
la nación ibérica, este cantante no ha dudado en tildar a los últimos reyes de
tiranos y terroristas, por ejemplo, siendo una de las razones por la que se le
condenó judicialmente; condena injusta por donde se le vea, considerando, entre otras cosas, que calificar
a dicha monarquía de tirana y terrorista no es más que una verdad contundente.
De manera que es absurdo acusar al rapero en cuestión de insultar o injuriar a
los reyes, y si cometió un “delito”, fue
denunciar a unos individuos que a grandes rasgos son delincuentes de élite y no
han aportado nada positivo a la sociedad española, al menos no a la ciudadanía
común. Los dejó en evidencia al exponer públicamente su accionar para nada
honrado, digno y decente.
Más
aún, ‘Hasél’ se ha quedado corto en sus denuncias contra la monarquía española.
De hecho, durante buena parte de la historia de la humanidad los reyes,
príncipes, duques y otros personajes de la aristocracia o nobleza en
España, en el resto de Europa y en otras
partes del mundo, se caracterizaron no precisamente por ser unas mansas
palomas. En el proceso de arribar al poder en reinos, principados, ducados y
otras entidades político-territoriales, y en pleno Gobierno, fueron
responsables del robo masivo de tierras
y otros bienes a campesinos y otros ciudadanos comunes, de la destrucción de
poblaciones enteras, del asesinato de centenares de miles de personas inocentes
e incluso de familiares cercanos, y en
general de tropelías de todo tipo:
"Si
de los gobiernos quitamos la justicia, ¿en qué se convierten sino en bandas de
criminales a gran escala? Y esas bandas ¿qué son sino reinos en pequeño? Son un
grupo de hombres, se rigen por un jefe, se comprometen en pacto mutuo, reparten
el botín según la ley por ellos aceptada. Supongamos que a esta cuadrilla se le
van sumando nuevos grupos de bandidos y llega a crecer hasta ocupar posiciones,
establecer cuarteles, tomar ciudades y someter pueblos. Abiertamente se
autodenominan entonces reino, título que a todas luces les confiere no la
ambición depuesta, sino la impunidad lograda. Con toda profundidad le respondió
al célebre Alejandro un pirata caído prisionero, cuando el rey en persona le
preguntó: ¿qué te parece tener el mar sometido a pillaje? Lo mismo que a tí, le
respondió, el tener al mundo entero. Solamente que a mí, que trabajo en una
ruin galera, me llaman bandido, y a tí, por hacerlo con toda una flota, te
llaman emperador".
Agustín
de Hipona
Citado
por Martín Lozano. El Nuevo Orden Mundial.
Génesis y desarrollo del capitalismo moderno.
Comentario introductorio. Editorial Alba Longa, 1996.
En
verdad todos esos nobles o aristócratas han sido unos sujetos deleznables,
además de parasitar y hacer lo que les ha venido en gana amparados, entre otros
elementos, en el derecho divino. Seres improductivos y delincuentes en esencia (vinculados con
otros delincuentes) disfrutando de abundantes riquezas, mientras que millones
que han trabajado duro han vivido en la pobreza y miseria. Y esta irracional
situación persiste en plena pandemia por COVID-19, en el marco de un terrible
panorama socioeconómico.
Es
indudable, entonces, que ‘Hasél’ tiene toda la razón en cuanto a lo que opina
sobre esas escorias de la nobleza española, y más bien se ha quedado corto en
sus denuncias. Fue condenado por la justicia burguesa-fascista de España, simplemente por el hecho de que atacó con su
canto y publicaciones escritas a uno de los componentes del poder seudodemocrático,
delincuencial y explotador-parasitario prevaleciente.
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