Pandemia por coronavirus y crímenes de lesa humanidad
Rubén
Alexis Hernández
La
actual pandemia por COVID-19, ha generado y seguirá generando, por desgracia, terribles
consecuencias para gran parte de la humanidad. Ahora bien, más allá de que
evidentemente la infección por dicho virus es una realidad, y representa un riesgo
de cierta importancia para las personas, en especial para las de avanzada edad
e inmunodeprimidas, es obvio que se han sobredimensionado sus efectos, al menos
en comparación con el peligro de otras enfermedades,
que sí incapacitan y matan a millones de humanos cada año (y no tienen ni de
cerca la relevancia mediática de la infección por el coronavirus), y respecto a
la seria amenaza que para la salud y la vida significan el hambre y la desnutrición
derivadas de la pobreza-miseria que azota a centenares de millones en todos los
rincones del orbe.
Claro
está que las consecuencias mencionadas en el párrafo anterior no son producto
de la infección como tal, sino del perverso manejo de la pandemia por las élites y los
Gobiernos, que tomaron una serie de medidas irracionales y
absurdas, basándose en el supuesto gran peligro que representaría la infección por el nuevo coronavirus para la humanidad. En este sentido apelaron a la dizque salvaguarda del derecho a la salud y a la vida
para justificar, por ejemplo, la cuarentena o aislamiento social obligatorio y
la semiparalización de la economía planetaria, medidas a todas luces draconianas
y autoritarias, que sin duda alguna derivaron en crímenes de lesa humanidad,
con tendencia al empeoramiento de la situación.
De
manera que las élites y los Gobiernos no están protegiendo a los pueblos de una
grave amenaza sanitaria, más allá de la realidad de la infección, sino que
están aprovechando de forma tenebrosa esta crisis para violar diversos derechos
y libertades, y en el proceso están cometiendo varios crímenes de lesa
humanidad. Crímenes asociados fundamentalmente con la notable crisis económica
que se manifiesta de forma bien clara con la carestía y la escasez, que entre otros problemas ha ocasionado mayor pobreza,
miseria, hambre, desnutrición y enfermedades tanto por la ausencia de una buena
alimentación, como por la falta de acceso a medicinas y servicios sanitarios de
buena calidad (la asistencia sanitaria privada es costosísima en todo el
planeta). En general ha empeorado de una manera acelerada la calidad de vida de un alto porcentaje de
la población global.
Entonces escudados en la pandemia por
coronavirus, los poderosos de la Tierra, verdaderas lacras sociales, están asesinando
y exterminando sutilmente a buena parte de la población mundial con la
ejecución de medidas nefastas pero útiles para el control social y económico. Y
los nuevos hambrientos y desnutridos se unirán a los millones ya existentes en
condición similar, gracias evidentemente
a la cotidianidad capitalista mundial. Centenares de millones morirán
lentamente por causa de enfermedades derivadas de la desnutrición y de la
condición de inmunodeficiencia asociada a aquella, y del limitado acceso a
servicios de buena calidad, incluso a la sanidad “pública”.
Crímenes
de lesa humanidad en tiempos de coronavirus cortesía de quienes dominan el
planeta, delitos por los que obviamente no se pronunciará ningún tribunal
nacional o supranacional, que sirven en su totalidad al Statu Quo capitalista.
De forma astuta y siniestra las élites y los Gobiernos han aprovechado la
pandemia para, en nombre de la supuesta protección de la salud y la vida de la
humanidad, atentar precisamente contra la salud y la vida de los pueblos.
Aunque no es una situación que sorprenda en realidad, considerando que a lo
largo de la historia los poderosos han utilizado cono una excusa favorita para
actuar con maldad, la “defensa” del bien
común.
Comentarios
Publicar un comentario